Ya no
sé si creer en la realidad, en la amistad o en el amor. Pienso que todo eso
para mí es como una gota en un vaso; nada sin importancia. Ahora me dedico a mí
a mi felicidad y lo segundo; es como segundo plato. Tengo más horas para mí,
para mi felicidad. Aunque sin embargo me sigo preocupando por mí alrededor;
todo lo que le pase a quien más quiero me sigue afectando, porque no quiero que
nadie sufra. Quiero que todos sean felices y que diera igual todo lo de fuera
sin saber los demás lo que tienes por dentro.
No entiendo como tanta gente sin saber lo de dentro, te pueden
herir tanto. Porque para mí no tiene importancia del país de dónde vengas, ni
tú raza, ni tú color de piel…Sin embargo mucha gente crítica por cada una de
esas cosas; que en realidad no tienen la mínima importancia, porque todos somos
personas. Y aun a sin todos tenemos corazón y sentimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario